DEDOS FUERA ¡¡¡¡¡RETO CONSEGUIDO!!!!!

La clase de segundo de infantil, vuelve a demostrar su valentía, parece que no hay Super Poder que se les pueda escapar a nuestros niños y niñas. Hemos conseguido ¡¡¡Dedos Fuera!!!. Hemos logrado un Final Feliz para el cuento.

Aquí os dejamos el cuento entero con el final feliz:

“Había una vez, no hace mucho tiempo, vamos a decir, en tiempo de reyes y reinas, caballeros y princesas, príncipes y dragones…

Había una niña bella bellísima, buena buenísima, trabajadora trabajadorísima,…. Todos la querían mucho: sus papás, sus compañeros de travesuras,  sus amigos del parque, sus abuelos, …

Le encantaba ayudar en casa, jugar con sus juguetes, contar historias a su hermanito pequeño,…

Pero tenía un pero, una pequeña e insignificante manía, un poquito fea. Se metía los dedos en la boca, se mordía las uñas.

  • No te muerdas las uñas, que es malo –le decía su papá.
  • Vas a caer malita, los dedos están sucios…- le decía su mamá.
  • Te quedarás sin dedos – le decías sus abuelitos.

Pero ella tenía esa manía. No se la quitaba. Quería hacer caso a sus papás, pero sin darse cuenta, siempre tenía el dedo en la boca…

Probaron con viejas curanderas, con el polvo de las hadas del bosque, buscaron el árbol de las uñas bonitas que decían que curaba aquella manía si te comías uno de sus frutos, lucharon contra dragones para conseguir un trocito de cuerno que, también decían, que curaba aquella manía, se cubrió los dedos con guantes, pero se comió los guantes, se frotaba los dedos con guindillas picantes pero aún le gustaban más con aquel sabor… nada, nada, nada servía. Continuaba con la manía.

Pasados los años, la hermosura de aquella niña se hizo aún  mayor y, un día, paseando por el parque, contemplando las flores de la reciente primavera, apareció ante ella un joven y valiente muchacho. Los dos se quedaron mirándose y se enamoraron. Se muchi enamoraron.

Resulta que aquel muchacho era nada más y nada menos que un príncipe. De aquellos apuestos y valerosos príncipes que luchaban contra dragones y cantaban preciosas canciones a la luz de la luna.

  • Oh amada mía!! Cuanto te quiero, me despierto con una infinita alegría cuando me doy cuenta de cuan afortunado soy por tenerte a mi lado. Mi corazón rezuma felicidad cuando pienso en tu sonrisa y se desborda cuando me regalas una todos los días.- todo esto cantado.

Cogiéndola de la mano, arrodillándose en el suelo, mirando sus finas manos…

  • Te casas conmi…. – Alto.

Siempre admirando la hermosura de su rostro, desorientado por su infinita bondad, anonadado por su infinita felicidad… no se había dado cuenta de sus dedos… ¿dedos? Eso no eran dedos…

Oh, tristeza…

Oh tristeza, gran tristeza fue la que sintió aquella muchacha que, por una simple manía, aunque un poquito fea, iba a perder al amor de su vida…

De su boca no salía ninguna palabra, intentaba articular una disculpa pero no salía nada, solo de sus ojos empezaron a brollar unas lagrimas tristes… mientras que su amado príncipe soltaba lentamente su mano… unas lágrimas tristes que contenían todo el amor de su afligido corazón… una de esas lágrimas cayó encima de una de sus uñas roídas y…

Cómo por arte de alguna extraña magia,  aquella maltrecha uña crecía y crecía. Una luz brillante emanada de aquella magia dejó cegado al príncipe, que no podía apartar la vista de aquel fenómeno.

Otra lágrima cayó en otra uña… pero ésta no era de la muchacha sino del propio príncipe que no podía contener la alegría de aquella grandísima muestra de amor contenida en una gotita… de su lágrima, otra uña empezó a crecer y así… los dos jóvenes enamorados, convirtieron un momento de tristeza, unas lágrimas de pena, en un lloro alegre y descontrolado, cayendo todo su amor encima de aquellos, ahora si, preciosos dedos de la muchacha.

El príncipe se volvió a arrodillar, cogiéndola de las manos, sin apartar la vista de sus ojos…

  • ¿te casas conmigo?- por fin, acababa la frase.

Campanas de boda sonaron por todo el reino, fiestas y bailes se celebraron por todos los pueblos en honor al amor entre aquellos dos jóvenes.

Y fueron felices y comieron… ¿uñas? ¡¡¡¡¡NNNOOOO!!!! Muchas perdices”

 

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¡¡¡ENHORABUENA A TODOS Y A TODAS!!!