Pepe concluye este año su tarea de Titular y Director de la Escuela. Se le ha preparado una insuperable fiesta organizada por sus compañeras/os de Claustro. Todo fue una sorpresa para él que todavía no acaba de reaccionar. La fiesta tuvo tres parte: una en la Capilla a la que él accede no casualmente porque Teresa, su esposa, estaba conchabada, pero sí sorpresivamente.
Y allí le acoge un caluroso aplauso donde un poco queda aturdido. Estaban todos: claustro de hoy y de años pasados con sus cónyuges, su familia (con la hija venida de Londres y que se la encontró allí), amigos íntimos, Comunidad, personal de la casa… Una bonita celebración relaciona la Palabra de Dios y la vida de Maín, con su propia vida. Mucha emoción, mucho cariño, mucho reconocimiento. La foto de todos en el altar y, paso al patio.
La pancarta bien centrada, rodeada de estrellas plateadas, todo el patio con mesas preparadas para la cena y lamparitas de colores. Indescriptible la emoción. No salía de su asombro. Pero le quedaba el plato fuerte. En el teatro un musical en toda regla. Todos los profesores salieron al escenario. Éste representaba la sala de profesores. Entre las anécdotas que expresaban muy bien que Pepe es un todoterreno, servicial, facilitador, amable, cachondo y divertido, sencillo y omnipresente, se desarrollaba el musical. Todos llevaban la camisa blanca y, en la primera canción, se la quitan apareciendo la negra con la cara de Pepe delante y ON ESTÀ PEPE? detrás.
Cada canción lleva su escenografía; todas entrañables. El público se emociona constantemente y Pepe no disimula la emoción, las lágrimas, la sorpresa. Finaliza con la canción de Nino Bravo “un beso y una flor” que les sirve de trampolín para darle personalmente la rosa y el beso. Felicitaciones, emoción, lágrimas y… paso al patio. Allí la fotografía que podéis ver y, a buscar asiento en las mesas. Cenamos 87 personas. No faltó la gigantesca tarta de felicitación. Música, besos, conversaciones llenas de reconocimiento y felicitación a los artistas y, sobre todo, a Pepe.
Vale la pena gastar y desgastar la vida como lo ha hecho Pepe que ha encarnado muy bien el espíritu salesiano haciendo del Colegio una casa abierta, acogedora y educativa.